Las tarjetas de crédito son un instrumento de ahorro maravilloso, pero no es esta justamente la manera en la que las utilizamos. Hoy podemos realizar compras en locales de electrodomésticos, ropa y hasta espectáculos obteniendo descuentos de hasta el 30% si optamos por pagar con tarjeta. Ya todos están familiarizados con las dinámicas de los descuentos pero lo explicaré con ejemplos numéricos para verlo mejor:
Hoy puedo ir a Falabella y comprar un acolchado pagando $500 en efectivo u obtener un 30% de descuento con mi tarjeta de crédito Santander y abonando aproximadamente $350 en 30 días ($150 de descuento). Digo aproximadamente porque a estos gastos hay que sumarle los costos financieros aplicados por el Banco.
Cada vez que utilizamos una tarjeta por X monto, el banco nos cobra un seguro de vida, Dios no permita que tengamos un accidente y el Banco quede sin cobrar, y otras comisiones por los servicios prestados que en su conjunto constituyen el Costo Financiero Total (C.F.T.); este valor oscila entre 1.5 y 8% en la mayoría de los casos y es la famosa letra chica que nadie se molesta en leer. Como dato curioso pero lógico, entre mas desconocida el Banco o la entidad que la emite la tarjeta(CMR, Cencosud, Tarjeta Shopping) mayor será el C.F.T.
En este ejemplo particular, mi compra tiene un CFT del 3.5%, pero mi descuento es del 30% por lo que sigo beneficiado.
También hay casos que no favorecen tanto al consumidor como le quieren hacer creer. Por ejemplo compramos con la Tarjeta Cencosud (CFT 7.3%) un mueble en Easy, pagando con la tarjeta nos ofrecen 10% de descuento. Si bien el importe que nos cobra la cajera es 10% menos, al recibir el resumen a fin de mes, adicionando los servicios y gastos bancarios por el mantenimiento del plástico podemos llegar a pagar mas que por el producto al 100% de su valor.
El negocio de las tarjetas de crédito es el pago en cuotas (con interés) y el refinanciamiento de nuestras deudas. SIEMPRE vemos en el resumen la posibilidad de pagar un mínimo, el cual representa solo una fracción de los gastos que hemos realizado ese mes. Este es el error mas grande (financieramente hablando) que podemos llegar a cometer. El costo de financiar una deuda con la tarjeta de crédito fácilmente puede duplicar en cuotas el valor adeudado.
Descontando las promociones y circunstancias excepcionales (gastos médicos o reemplazo de elementos domésticos esenciales) las tarjetas de crédito nunca deben ser utilizadas y en caso de hacerlo, debemos pagar siempre el 100% de la deuda, nunca financiar ni atreverse a pagar el mínimo del resumen. En Argentina las tarjetas de crédito son un instrumento casi indispensable si se decide viajar al exterior por razones de público conocimiento. Es importante no dejar de destacar que a nuestro regreso debemos pagar el valor TOTAL del resumen.
La manera mas simple de moverse y pagar en este mundo cada día mas electrónico y digital es con nuestra tarjeta de DÉBITO. Siendo la hermana mayor de la tarjeta de crédito, nos cuida no dejándonos gastar mas de lo que tenemos.
Como pilar fundamental para administrar mis finanzas personales me guío por una frase que rescaté de un programa de televisión dedicado al embargo de autos.
«Si no lo puede pagar, no lo tienen que comprar»
Con esta máxima logro hasta el día de hoy mantenerme libre de deudas.
