La Inversión Como Camino al Éxito

La palabra éxito tiene significados diferentes para cada persona, para un joven profesional puede ser conseguir el trabajo que siempre quiso, comprarse un departamento o formar una familia, para una persona de edad media puede ser brindarle educación a sus hijos y que hoy se estén yendo a vivir solos, por último para alguien mayor el mayor éxito en su vida puede ser haber administrado bien su dinero, poder descansar y disfrutar de sus nietos.

¿Qué es el éxito para mi?

Momentáneamente (y por varios años más) necesito trabajar para vivir. No cuento con los ingresos pasivos suficientes para no tener que realizar una actividad de manera activa que me genere dinero. En los cuadrantes de flujo de dinero de Robert Kiyosaki me encuentro entre empleado y autoempleado, es decir, la mitad que tiene que trabajar para vivir. En el extremo opuesto de estos cuadrantes están los empresarios (quienes fundaron y administraron un negocio que ya no requiere más su presencia física para seguir creciendo) y los inversores, este último es a lo que aspiramos.

El éxito siempre está un paso adelante, el primer éxito en mi vida fue tener un negocio, luego el siguiente éxito fue poder realizar un viaje a Europa, luego mudarme de la casa de mis padres, luego comprar un auto, luego casarme con la mujer que amé toda la vida y una vez más, él éxito vuelve a dar un otro paso adelante para que siga creciendo. Hoy tengo por delante conseguir una casa propia, formar una familia y conseguir la libertar financiera.

Todos los pequeños éxitos pasados nos reconfortan y demuestran que con perseverancia todo es alcanzable. Volviendo al deseo de ser inversor, esto no es algo que ocurrirá de la noche a la mañana, lleva tiempo, planeación, capacitación y sacrificio.

¿Cómo mido mi éxito?

Con objetivos concretos es fácil de medir, un auto lo poseemos realmente cuando terminamos de pagar la última cuota, el alquiler de una vivienda se materializa al firmar el contrato y nos mudarnos, el casamiento luego de pasar por el civil y la casa propia cuando terminamos de pagar el crédito hipotecario.

La libertad financiera es un poco más difícil de evaluar. Si bien la fórmula matemática clásica de libertad financiera indica que cuando nuestros ingresos pasivos (dinero que ingresa por alquiler de propiedades, inversiones o negocios que no requieren horas de nuestro tiempo) son superiores a nuestros gastos somos libres; aún sin llegar hasta el final de este objetivo podemos medir y pautar nuestro progreso.

Si tenemos un ingreso mensual de $30.000 por ser generosos, con los cuales vivimos relativamente cómodos o conformes, nuestro ingreso anual sacando premios y beneficios será de $390.000 (considerando el SAC). Para hacer esta cuenta necesitamos descontar la inflación y ajustes en los sueldos, para ello pasaremos este dinero a dólares. Con un dolar hoy a aproximadamente $18, nuestro ingreso anual es de U$S 21.666.

Nuestro objetivo final será que los ingresos provenientes de inversiones anualicen U$S 21.666. Para ellos tenemos distintos instrumentos con diferentes perfiles y riesgos. Una inversión conservadora/moderada en acciones y bonos puede dar un rendimiento anual de 10% en dólares. Si nuestra ganancia es del 10%, para igualar los U$S 21.666 necesitaríamos invertir un capital U$S 216.666 (unos $3.900.000) lo cual parece inalcanzable y lo es si esperamos que ocurra de la noche a la mañana.

A medida que nuestro monto invertido crezca estaremos más cerca de la libertad.

Quiero un ejemplo real

Si destinamos el 30% de nuestro sueldo a inversiones para obtener un rendimiento futuro, nuestra cuenta avanzaría de la siguiente manera.

Año 1:
Aporto U$S 6500 (el 30% de U$S 21.666). Total U$S 6500, objetivo alcanzado al 3% (U$S 216.666 / U$S 6500).

Año 2:
Cuento con U$S 6.500, gano U$S 650 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 13.650, objetivo alcanzado al 6.30%

Año 3:
Cuento con U$S 13.650, gano U$S 1365 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 21.515, objetivo alcanzado al 9.93%

Año 4:
Cuento con U$S 21.515, gano U$S 2151 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 30.116, objetivo alcanzado al 13.89%

Año 5:
Cuento con U$S 30.116, gano U$S 3011 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 39.683, objetivo alcanzado al 18.31%

Año 10:
Cuento con U$S 88.266, gano U$S 8826 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 103.593, objetivo alcanzado al 47.81%

Años 15:
Cuento con U$S 181.837, gano U$S 18.183 por inversiones y aporto U$S 6500 adicionales. Total U$S 206.521, objetivo alcanzado al 95.31%

En menos 16 años conseguimos nuestra libertad financiera. Si el 30% de tu sueldo parece algo imposible de ahorrar y solo podés destinar el 10%, el mismo cálculo ahorrando U$S 2166 aumentará nuestros años de inversión a 25. Las inversiones bursátiles no son exactas, el inversor siempre asume un riesgo en busca de un retorno (ganancia), habrá años en que se gane más del 10% y otros en que se gane menos.

Si no se está dispuesto a asumir riesgo, la cuenta es mucho más simple. Ahorrando U$S 6500 por año se requerirán 33 años (U$S 216.666 / U$S 6500) para alcanzar el mismo objetivo o 100 años ahorrando U$S 2166.

Planificar es aburrido

No dudo ni discuto con nadie en este punto. Postergar el consumo, ahorrar, invertir, educarse y esperar nunca fueron cosas divertidas. Aquí separamos al joven del adulto, uno piensa en las próximas vacaciones y el otro en los últimos años de su vida. Creo que cualquier joven que pueda ver esta realidad antes y empiece a ahorrar e invertir a temprana edad tendrá un futuro más satisfactorio si no tiene necesidad de trabajar al llegar a los 41 años (inviertiendo desde 25). Que mejor momento en la vida para empezar a hacer lo que nos gusta sin tener que preocuparse por la jubilación mínima, la salud o el bienestar económico.

Llegar a este punto es solo el comienzo, cuando podemos trabajar de lo que nos gusta, la vida cobra un nuevo significado, nos levantamos contentos cada mañana y vamos a hacer lo que nos gusta porque queremos y no por necesidad. Eso para mi es calidad de vida y lo que vengo buscando hace años.

Conclusión

La definición de éxito es relativa a cada persona, muchos prefieren vivir hoy porque en el futuro no tendrán las ganás o el estado físico para realizar todo lo que postergaron. Siempre debemos hallar un balance entre lo que queremos, lo que podemos hacer y lo que creemos será mejor a futuro.

La cultura del ahorro es valiosa e indispensable para alcanzar la cultura de inversión. No he encontrado atajos ni métodos exponenciales para alcanzar estos objetivos. Warren Buffett, el inversor más famoso del mundo se convirtió en la persona más rica del planeta recién en 2008 a sus 78 años de edad. Hay ciertas cosas que requieren tiempo.