Educación Financiera para Niños

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Así como existen cursos de estimulación temprana para los niños creo que también debería existir la educación financiera temprana. Entre mas pequeño pueda un niño asimilar el funcionamiento del mundo económico en el que vive, mas fácil le será adaptarse y ver la manera mas rápida de triunfar en la vida.

En mi caso particular nunca recibí educación financiera por parte de mis padres mas que recomendaciones por invertir en plazos fijos (que ya hemos visto en artículos anteriores no son la mejor opción https://jugandoainvertir.com.ar/blog/que-hago-con-mis-ahorros/). Ante mis deseos de querer un juguete en particular las respuestas frecuentes eran «Es muy caro» o un simple «No» sin merecida explicación.

Cuando esto sucede la imaginación de un niño muere, la barrera impuesta por los padres corta toda posibilidad futura de materializar ese sueño y como niños simplemente pasamos de hoja y seguimos adelante pidiendo otra cosa. Distinto sería recibir una explicación o fomentar al niño para que pueda alcanzar dicho objetivo explicando maneras fáciles de realizarlo.

Invitarlo a pensar, a que cree negocios como vender caramelos en la escuela y que con lo producido reinvierta y compre mas caramelos es una manera de hacerlo entender como funciona la economía. Al poco tiempo entenderá el esfuerzo que requiere conseguir el dinero para el bien que tanto desea y poco después, al comprarlo le asignará un valor mucho mayor dado que experimentó el proceso económico real para adquirirlo.

No limitar financieramente la capacidad de nuestros hijos, ponerlos a pensar, a entender el valor del dinero y que valore las cosas es un consejo que antes de todo debemos aplicar a nosotros mismos.

Cuando me quiero dar un gusto, cambiar el auto o irme de vacaciones siempre pienso ¿Qué debo hacer para poder darme ese lujo? ¿Dé donde saldrá el dinero que pagará eso? Los gustos no se pagan con tarjeta de crédito. No se trata de privarnos de las cosas que nos gustan sino de crear activos que las paguen. Debemos construir negocios e inversiones que paguen la calidad de vida que queremos tener.

No solo los economistas, expertos en finanzas u operadores bursátiles se encuentran capacitados para generar riqueza. Cualquier persona con ganas de progresar encontrará su límite donde él mismo lo imponga.